OCTAVIO PAZ, "EL POETA BUÑUEL"


Escrito distribuido en el marco del Festival de Cine de Cannes, Francia, el 4 de abril de 1951

Después de un silencio de muchos años, Buñuel presenta una nueva película: "Los olvidados". Si se comparan a esta cinta las realizadas con Salvador Dalí sorprende sobre todo el rigor con que Buñuel lleva hasta los límites extremos sus primeras intuiciones. Por una parte, "Los olvidados" representa un momento de madurez artística; por la otra, de mayor y más total desesperación: la puerta del sueño parece cerrada para siempre, sólo queda la de la sangre. Sin renegar de la gran experiencia de su juventud, pero consciente del cambio de los tiempos - que ha hecho más espesa esa realidad que denunciaba en sus primeras obras-, Buñuel construye una película en la que la acción es precisa como un mecanismo, alucinante como un sueño, implacable, como la marcha silenciosa de la lava. El argumento de "Los olvidados" -la infancia delincuente- ha sido extraído de los archivos penales. Sus personajes son nuestros contemporáneos y tienen la edad de nuestros hijos. Pero "Los olvidados" es más que un filme realista. El sueño, el deseo, el horror, el delirio y el azar, la porción nocturna de la vida, también tienen su parte. Y el peso de la realidad que nos muestra es de tal modo atroz, que acaba de parecernos imposible, insoportable. Y así es: la realidad es insoportable; y por eso, porque no la soporta, el hombre mata y muere, ama y crea.

La más rigurosa economía artística rige a "Los olvidados". A mayor condensación corresponde siempre una más intensa explosión. Por eso es una película sin "estrellas"; por eso, también la discreción del "fondo musical", que no pretende usurpar lo que en el cine la música le debe a los ojos; y finalmente, el desdén por el color local. Dando la espalda a la tentación del impresionante paisaje mexicano, la escenografía se reduce a la desolación sórdida e insignificante, más siempre implacable, de un paisaje urbano. El espacio físico y humano en que se desarrolla el drama no puede ser más cerrado: la vida y la muerte de unos niños entregados entregados a su propia fatalidad, entre los cuatro muros del abandono. La ciudad, con todo lo que esta palabra entraña de solidaridad humana, es lo ajeno y extraño. Lo que llamamos civilización no es para ellos sino un muro, un gran No que cierra el paso. Esos niños son mexicanos pero podrían ser de otro país, habitar un suburbio cualquiera de otra gran ciudad. En cierto modo no viven en México, ni en ninguna parte, son los olvidados, los habitantes de esas waste lands que cada urbe moderna engendra a sus costados. Mundo cerrado sobre sí mismo, donde todos los actos son circulares y todos los pasos nos hacen volver a nuestro punto de partida. Nadie puede salir de allí, ni de sí mismo, sino por la calle larga de la muerte. El azar, que en otros mundos abre puertas, aquí las cierra.

La presencia continua del azar posee en "Los olvidados", una significación especial, que prohíbe confundirlo con la suerte. El azar que rige la acción de los héroes se presenta como una necesidad que, sin embargo, pudiera no haber ocurrido. (¿Por qué no llamarlo entonces por su verdadero nombre, como en la tragedia: destino?) La vieja fatalidad vuelve a funcionar, sólo que despojada de sus atributos sobrenaturales: ahora nos enfrentamos a una fatalidad social y psicológica. O, para emplear la palabra mágica de nuestro tiempo, el nuevo fetiche intelectual: una fatalidad histórica. No basta, sin embargo, con que la sociedad, la historia o las circunstancias se muestren hostiles a los héroes: para que la catástrofe se produzca es necesario que esos determinantes coincidan con la voluntad de los hombres. Pedro lucha contra el azar, contra su mala suerte o mala sombra, encarnada en el Jaibo, cuando, cercado, la acepta y la afronta, transforma su fatalidad en destino. Muere, pero hace suya su muerte. El choque entre la conciencia humana y la fatalidad externa constituye la esencia del acto trágico. Buñuel ha redescubierto esta ambigüedad fundamental: sin la complicidad humana el destino no se cumple y la tragedia es imposible. La fatalidad ostenta la máscara de la libertad; esta, la del destino.

"Los olvidados" no es un filme documental. Tampoco es una película de tesis, de propaganda o de moral. Aunque ninguna predica empaña su admirable objetividad, sería calumnioso decir que es un filme estético, en el que sólo cuentan los valores artísticos. Lejos del realismo (social, psicológico y edificante) y del esteticismo, la película de Buñuel se inscribe en la tradición de un arte pasional y feroz, contenido y delirante, que reclama como antecedente a Goya y a Posada, quizá los artistas plásticos que han llevado más lejos el humor negro. Lava fría, hielo volcánico. A pesar de la universalidad de su tema, de la ausencia de color local y de la extrema desnudez de su construcción. "Los olvidados" posee un acento que no hay más remedio que llamar racial (en el sentido en que los toros tienen "casta"). La miseria y el abandono pueden darse en cualquier parte del mundo, pero la pasión encarnizada con que están descritas pertenece al gran arte español. Ese mendigo ciego ya lo hemos visto en la picaresca española. Esas mujeres, esos borrachos, esos cretinos, esos asesinos, esos inocentes, los hemos visto en Quevedo y en Galdos, los vislumbramos en Cervantes, los han retratado  Velázquez y Murillo. Esos palos - palos de ciego- son los mismos que se oyen en todo el teatro español. Y los niños, "Los olvidados", su mitología, su rebeldía pasiva, su lealtad suicida, su dulzura que relampaguea, su ternura llena de ferocidades exquisitas, su desgarrada afirmación de sí mismos en y para la muerte, su búsqueda sin fin de la comunión - aún a través del crimen - no son ni pueden ser sino mexicanos. Así, en la escena clave de la película - la escena onírica- el tema de la madre se resuelve en la cena en común, en el festín sagrado. Quizá sin proponérselo, Buñuel descubre en el sueño de sus héroes las imágenes arquetípicas del pueblo mexicano: Coatlicue y el sacrificio. El tema de la madre, que es una de las obsesiones mexicanas, esta ligado inexorablemente al de la fraternidad, al de la amistad hasta la muerte. Ambos constituyen el fondo secreto de esta película. El mundo de "Los,olvidados" esta poblado por huérfanos, por solitarios que buscan la comunión y que para econtrarla no retroceden ante la sangre. La búsqueda del "otro", de nuestro semejante, es la otra cara de la búsqueda de la madre. O la aceptación de su ausencia definitiva: el sabernos solos. Pedro, el Jaibo y sus compañeros nos revelan así la naturaleza última del hombre, que quizá consista en una permanente y constante orfandad.

Testimonio de nuestro tiempo, el valor moral de "Los olvidados" no tiene relación alguna con la propaganda. El arte, cuando es libre, es testimonio, conciencia. La obra de Buñuel es una prueba de lo que pueden hacer un talento creador y la conciencia artística cuando nada, excepto su propia libertad, los constriñe o coacciona.

DE OSCARES, GUIONES Y DIVAS DEL CINE HOLLYWOODENSE

Un día como hoy pero de 1998 la superproducción "Titanic", de James Cameron, se coloca en una selecta elite de honor de las pocas películas en la historia de Hollywood en haber ganado un total de Oscares, incluyendo los de Mejor Película y Mejor Director. Irónicamente, el filme no fue ni siquiera nominado en la terna al Mejor Guión. En su defecto los ganadores en esa categoría fueron como Mejor Guión Original de 1997 el de "Mente indomable", de la autoría de los actores Ben Affleck y Matt Damon, y Mejor Guión Adaptado el de "Los Angeles al desnudo", de Curtis Hanson.

Hablando de Oscares y ganadores del Óscar al Mejor Guión, un día como hoy también pero de 2003 el maestro del cine español Pedro Almodóvar hace historia en dichos premios al ganar el Óscar al Mejor Guión Original de 2002 por su película "Hable con ella", convirtiéndose en el primer y único guión en castellano en hacerlo hasta la fecha. Cabe señalar que entre sus competidores estaban los cineastas Alfonso y Carlos Cuaron, los primeros mexicanos en ser nominados en esta terna por el guión de "Y tu mama también".

Para terminar, y siguiendo con los ganadores del Óscar, un día como hoy también pero de 2011 fallece una de las últimas grandes divas del cine clásico hollywoodense, Elizabeth Taylor, ganadora de dos oremios Óscar a la Mejor Actriz de 1960 por "Una Venus en Visón" (Butterfield 8) y de 1966 por "Quien le teme a Virginia Woolf?". Descanse en paz y gracias por su legado

WILLIAM HURT: PIONERO DEL ÓSCAR "GAY"

Un día como hoy pero de 1950 nace en Washington, D.C. el actor que sería pionero en ganar un Óscar al Mejor Actor de 1985 por su papel protagónico en el hoy clásico "El beso de la mujer araña", de Hector Babenco y compartiendo créditos con el primer actor de origen puertorriqueño Raul Julia. Basada en la obra de teatro del mismo nombre de la autoría del argentino Manuel Puig, "El beso de la mujer araña" cuenta la historia de dos prisioneros en una cárcel sudamericana, Luis (Hurt) y Valentín (Julia), el primero preso por conducta inmoral y el segundo por cuestiones políticas. Durante el tiempo que pasan juntos los dos hombres aprenden a comprenderse y respetarse.

Este triunfo fue meteórico en cierta forma para Hurtbque tuvo la fortuna de debutar en el cine bajo la dirección del maestro del cine inglés Ken Russell en el clásico "Estados alterados", de 1980, y que a partir de 1981 compartiendo créditos con otra primera actriz como Kathleen Turner en el clásico thriller "Cuerpos ardientes", se convirtió en el actor fetiche del cineasta norteamericano Lawrence Kasdan bajo cuyas órdenes fue parte del elenco de la nominada al Óscar a la Mejor Película de 1983 "Reencuentro" ("The Big Chill").

Pero volviendo a "El beso de la mujer araña" Hurt comento en su momento sobre esta triunfadora interpretación lo siguiente: "No intérprete a mi personaje como un gay. Lo intérprete como una mujer porque la clave para mi como un artista es la investigación, y mientras frecuentaba bares gays y trataba de entender este ambiente por mi condición real de heterosexual no lograba entender el personaje. Había algo que no estaba funcionando. Días después mientras caminaba por una calle vi caminar a una mujer y me dije: 'Mi personaje no es gay, es una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre'. Es como un actor atrapado en el cuerpo de una estrella de cine".

Después de su triunfo en "El beso de la mujer araña" Hurt tuvo dos nominaciones más consecutivas al Óscar como Mejor Actor en 1986 por "Te amaré en silencio", de Aranda  hacines y en 1987 por "Detrás de las noticias", de James L. Brooks. En 1988 fue al primer actor al que la UCLA le entregó su hoy tradicional premio Spencer Tracy por su admirable cuerpo de trabajo fílmico hasta ese entonces, y aunque en los años 90 sorprendió su rechazo de papeles protagónicos masculinos de éxitos como "Miseria", de Rob Reiner, en 1990, o de "Parque Jurásico", de Steven Spielberg, en 1993, su más reciente nominación al Óscar en su caso al Mejor Actor de Reparto de 2005 por su papel antagónico en "Una historia violenta", de David Cronenberg, lo regreso a los primeros planos, y ya desde ahora su habla de una muy probable nueva nominación al Óscar al Mejor Actor de este año por su interpretación del músico norteamericano Gregg Allman en una biografía fílmica de próximo estreno. Muchas felicudades y que sigan los éxitos!

LINA SANTOS: LA PROTAGONISTA ORIGINAL DE "EL MARIACHI"

Un día como hoy pero de 1966 nace en Ciudada Acuña, Coahuila, la actriz Lina Santos, quien luego de obtener el título de Miss Coahuila en el año de 1985 tuvo una suerte similar a su paisana coahuilense Patricia Rivera la década anterior al iniciarse casi de inmediato en el cine nacional en su caso dentro de las famosas sexi comedias de aquellos años al debutar en 1986 con "Los lavaderos", de Javier Durán. Su ascenso en el género fue prácticamente vertiginoso aunque también tuvo su incursión en otros géneros como el ranchero ("El macho", de Rafael Villaseñor Kuri, en 1987, al lado del actor y cantante Vicente Fernández y Eulalio González "Piporro"); de drama y aventuras ("El jinete de la divina providencia", de Oscar Blancarte, de 1988, por la cual fueron nominados al Mejor Actor y la Mejor Actriz de aquel año Bruno Rey y Martha Navarro, de manera respectiva) y la comedia blanca en "Mi compadre Capulina" (Víctor Ugalde, 1989), la última película de la filmografía del famoso "Rey del Humorismo Blanco".

A principios de los años 90 Lina Santos sigue reinando en las sexy comedias donde es dirigida por un cineasta del nivel del maestro Felipe Cazals en títulos como "Burbujas de amor" y "Desvestidas y alborotadas", ambas de 1991, e incursiona exitosamente en la televisión en la telenovela "Alcanzar una estrella 2" al lado de actores y cantantes como Sasha Sokol, Pedro Fernández, Eric Rubin, Ricky Martín y Angélica Rivera por lo que en apariencia debido a su agenda sumamente saturada fue que le dijo no a un hoy famoso director texano como Robert Rodríguez en su célebre ópera prima de 1992 "El Mariachi" para la cual Lina Santos fue considerada como la primera opción para ser la protagonista femenina según lo relata Rodriguez en su libro "Rebel without a crew, or how a 23 year old filmmaker with 7,000 became a Hollywood Player" (Dutton Books, 1995): "Carlos (Gallardo) decidió apresurar nuestra suerte al preguntarle a Lina Santos, quien está en Del Río (Texas) por unos días a interpretar el papel de Domino. La llamamos y acordamos una cita para verla el próximo lunes ya que estaríamos por ahí para recoger los detonadores que había pedido a Los Angeles.

Lunes, julio 29, 1991. Cruzamos la frontera hacía Del Río y enviamos un cheque de 2,000 dólares a Allied Film Labs donde íbamos a revelar nuestra película así como transferirla a video para nuestra futura cuenta de servicios. Fuimos a casa de Lina. Nadaba afuera, viendo se como toda una estrella. Nos sentamos, y con nerviosismo le pedimos si nos haría el favor. Le contamos de nuestro plan, de nuestro buen guión y de como necesitábamos vender esta película para hacer dinero y hacer más películas y así ir avanzando por la escalera en orden ascendente.

Le dije que llenaríamos la película del tipo de acción y del trabajo de cámara que los distribuidores no están acostumbrados en ver en este tipo de películas baratas y hechas muy a la carrera pero que con su nombre incluido la haría fácil de vender para el distribuidor. Le pedimos que considerara interpretar el papel estelar femenino de Domino. Ella dijo que tenía que regresar a México el día siguiente para otro trabajo y que chocaría su agenda. Si ella esta libre, regresaría el lunes siguiente por cuatro días y medio" (Ídem, pags. 37-38)

Pero Lina no regreso y el resto es historia. Irónicamente el papel de Domino aunque lo interpreto otra actriz también coahuilense de nombre Consuelo Gomez cuyo trabajo en "El Mariachi" fue su debut y despedida en el cine fue inspiración para un papel que con otros nombres repitieron posteriormente la nominada al Óscar Salma Hayek en "Pistolero", de 1995, también bajo las órdenes de Rodríguez, o de Martha Higareda en la serie del mismo nombre actualmente en transmisiones a través del canal AXN. Las sexi comedias terminaron con la debacle de la industria del cine a finales de la década, de telenovelas de Televisa paso Lina Santos a TV Azteca ("La chacala", 1998) y de ahí de vuelta a Televisa en 2012 vía "Que bonito amor", protagonizada por Jorge Salinas y Danna García. Esperemos pronto haya para Lina Santos más proyectos en el cine y por lo pronto un muy feliz cumple y los mejores deseos!

MARIO HERNÁNDEZ: DE COAHUILA A HOLLYWOOD Y MÉXICO

Un día como hoy pero de 1936 nace en la ciudad de Piedras Negras, Coahuila, Mario Hernández, quien desde pequeño se ve seducido por las historias vistas en la sala de cine al grado de que aprovechando la cercanía de la frontera se decide a lanzarse a la aventura de estudiar cine directamente en la ciudad de Los Angeles, California, donde a principios de los años 60 asiste a tomar clases en UCLA y además de tener de compañero en el aula al célebre cineasta Francis Ford Coppola,    autor de un clásico del cine como "El Padrino", tuvo entre sus maestros a grandes directores norteamericanos como lo fueron Frank Capra y Orson Welles.

Fue este último quien con un acento español de la Madre Patria le sugirió regresar a su país para hacer realidad las historias que quería contar y no se equivocó, ya que al hacerlo a principios de la década de los 60 el cine mexicano cuya vasta producción fílmica de la Época de Oro lo alentó a viajar a la Meca del Cine, vivía un alentador "segundo aire" con producciones como "Macario", del maestro Roberto Gavaldon, que en 1960 se convirtió en el primer filme mexicano en ser nominado a un Óscar a la Mejor Película Extranjera de aquel año o bien "Animas Trujano", de otro maestro de la cinematográfica nacional como Ismael Rodríguez, la segunda película mexicana en ser nominada a un Óscar en la misma terna y cuya proyección le tocó ver todavía en Los Angeles estando presente el mismísimo "Padrino", Marlon Brando, quién se manifestó públicamente perturbado por su antológico final pero al ser cuestionado sobre cuál sería su propuesta para cambiar el mismo el astro se limitó a responder: "No lo se".

El caso es que justo a su regreso a México Hernández no pudo estar mejor apadrinado en su debut en el cine mexicano como contador de historias al ser comisionado a trabajar por el mismo maestro Ismael Rodríguez en el guión de otro gran clásico de los años 60, "El hombre de papel", la historia de un pepenador mudo cuya vida cambia radicalmente al encontrarse un billete de 10 mil pesos y que interpretó con la maestría que en la actuación lo caracteriza el mencionado primer actor Ignacio
López Tarso. La historia se basó en un cuento del prestigiado escritor Luis Spota y junto a Hernandez estuvieron colaborando en la adaptación otros grandes de la pluma como Pedro de Urdimalas, colaborador de cabecera de Ismael Rodríguez, y Ricardo Garibay, entre otros.

A "El hombre de papel" le siguió una década muy prolífica a Mario Hernández de colaboraciones con Don Ismael Rodríguez en proyectos como "La mujer del carnicero" y "Autopsia de un fantasma", de 1968; "Cuernos debajo de la cama", de 1969 y "Mi niño Tizoc", de 1972, pero fue a principios de los años 70 cuando su acercamiento al actor, cantante y productor Antonio Aguilar la que detono su imparable carrera como director a partir de su ópera prima de 1973 "La yegua colorada".

Lo que sucedió es que después de trabajar en el guión de "Zapata", donde otro maestro del cine como Felipe Cazals dirigió a Antonio Aguilar en el papel del caudillo del sur en 1970, así como del clásico de culto "Los marcados", un western dirigido por Alberto Mariscal con temática homosexual y que protagonizaron además de Aguilar otros primeros actores como Eric del Castillo, José Carlos Ruiz, Flor Silvestre y Carmen Montejo, en 1971, entre Antonio Aguilar y Hernández se dio una gran química que los llevo a hacer una prolífica mancuerna como actor y director en un total de 34 películas.

En ese conjunto de películas hubo desde comedias rancheras hasta más épicas de héroes revolucionarios o postrevolucionarios como el yuca tecno Felipe Carrillo Puerto en "Peregrina", de 1974; Francisco Villa en "La muerte de Pancho Villa", también de 1974 o el mismo Zapata en "Zapata en Chinameca", en 1987, entre otras más. A principios de los años 80 Mario Hernández fue nominado al Ariel al Mejor Director de 1981 por "Noche de carnaval", filme por el cual quien gano el galardón a la Mejor Actriz fue su protagonista femenina Ninon Sevilla y en 1984 el recientemente fallecido Miguel Ángel Ferriz fue nominado como Mejor Actor de aquel año por "El tonto que hacia milagros" que gano por su parte el Ariel al Mejor Guión escrito en su caso por su paisano coahuilense Francisco Sánchez y  Luis Mariano Sabines.

El más reciente largometraje de Mario Hernández es el que estrenó en 2007 en el marco del Festival Internacional de Cine de Guadalajara "Cementerio de papel", la cual protagonizada por Alberto Estrella, el también coahuilense José Juan Meraz y la activista de origen saltillense Rosario Ibarra de Piedra es una historia sobre la época de la guerra sucia. Actualmente el maestro Hernandez prepara un nuevo largometraje sobre otro tema controvertido: la expropiación petrolera. Muchas felicudades y que sigan los éxitos!

ALFONSO CUARON: ACTOR DE PELÍCULA NOMINADA AL ÓSCAR?

Hoy es un día que tiene muchas posibilidades de ser histórico para los mexicanos en el Óscar debido a los pronosticados triunfos de Alfonso Cuaron (Mejor Director por "Gravedad"); Emmanuel "El Chivo" Lubezki (Mejor Fotografía, "Gravedad") y hasta Lupita Nyong'o (Mejor Actriz de Reparto por "12 años de esclavitud"). En los días previos a la ceremonia mucho se ha hablado por los mismo de la historia de Cuaron en el cine, tanto mexicano como internacional, desde su salida de la escuela de cine para darle prioridad a su formación profesional hasta sus primeras dos nominaciones a la estatuilla al Mejor Guión Original de 2002, compartido con su hermano Carlos Cuaron por "Y tu mama también", y Mejor Guión Adaptado de 2006 por "Niños del hombre", de una novela de P.D. James junto a Timothy Sexton, David Areta, Mark Fergus y Hawk Ostby. Lo que pocos saben es que en su etapa de formación profesional como segundo asistente de dirección y mientras trabajaba como tal en la primera película que el también mexicano. Luis Mandoki hacía en coproducción con las grandes ligas hollywoodenses que fue "Gaby, una historia verdadera", de 1987, la historia real dela escritora Gaby Brimmer (Rachel Levin), una joven con discapacidad que en tiempos donde tenía más limitaciones por su condición se impone sobre ella para estudiar y sobresalir en su oficio. Resulta que en una secuencia clave de la película protagonizada, entre otros, por la actriz fetiche del maestro Ingmar Bergman, Liv Ullman; el entonces reciente nominado Robert Loggia ( como Mejor Actor de Reparto de 1985 por "Al filo de la sospecha", de Richard Marquand) y la primera actriz argentina Norma Aleandro, quien recibió por su parte la nominación al Óscar a la Mejor Actriz de Reparto de 1987 por su entrañable personaje de la nana de Gaby Brimmer que más que sus propios padres (Ullman y Loggia) la alentó a salir adelante a pesar de su discapacidad, y al asistir por primera vez a la universidad, entre maravillada como asustada por esa nueva experiencia, de pronto duda al decir presente cuando pasan lista por orden alfabético de nombres de alumnos por apellidos. En pantalla se ven además de la actriz protagónica Rachel Levin a la actriz mexicana Nailea Norbind, en aquellos años muy famosa gracias a su participación en la telenovela juvenil "Quinceañera", y aunque no se ve en pantalla luego de que el maestro da el nombre de "Brimmer, Gaby", y la cámara capta en un plano medio el desconcierto como alegría de la joven, se sigue pasando lista en el orden alfabético de alumnos al que sigue "Cuaron, Alfonso" y se escucha un presente ...puesto que si no se animó el hoy nominado al Óscar a estar entre los extras no podía faltar en el set como segundo asistente de dirección de dicha película que hoy ya es historia también dentro de los proyectos de su filmografía relacionados al premio Óscar. Mucha suerte y enhorabuena Alfonso Cuaron!