2 DE OCTUBRE NO SE OLVIDA ... NI OLVIDAMOS A SUS CREADORES

Este día emblemático dentro de la historia de México de la segunda mitad del siglo XX no sólo vamos a hablar de cintas que de alguna manera retrataron la convulsionada realidad que rodeó aquella fecha sino a creadores del cine actual que nacieron en un día como hoy pero de otros años.

La película documental más explícita de aquel día que representó el antes y después del México contemporáneo no sabemos si aún exista ó quedó sepultada, enlatada ó destruida por quienes la tuvieron en sus manos después de que el aclamado cineasta Servando González, director de clásicos como "Viento negro", de 1964, ó "El escapulario", de 1966, fue comisionado por la SEDENA no sólo para filmar el movimiento estudiantil y captar con ocho cámaras los sucesos del 2 de octubre de Tlatelolco.

En su lugar, la cinta que captó hasta donde pudo llegar según los recursos y limitaciones propias del momento y su situación frente a las autoridades represoras de aquel tiempo, fue el documental "El grito", de Leobardo López Arretche, entonces estudiante de cine del CUEC el cual estructurado según lo indica la escritora Perla Ciuk en su "Diccionario de directores del cine mexicano" (CONACULTA) se divide en cuatro bloques temporales correspondientes a cada uno de los meses previos a la fatídica fecha siendo en "Julio" los antecedentes; "Agosto", el desarrollo del movimiento y su creciente politización; "Septiembre", el rechazo al diálogo, la condena a la protesta estudiantil en el informe presidencial y la respuesta de los constestatarios y "Octubre", el desenlace trágico con la masacre en la Plaza de las Tres Culturas.

En 2008, aprovechando el 40 aniversario del suceso, se sacó en DVD bajo el sello de Cinema Films (http://www.cinemafilms.com.mx/) una edición de colección que incluye el documental original de 102 minutos de duración; comunicados cinematográficos del Consejo Nacional de Huelga; el documental "Mural efímero", de Raúl Kamffer; Testominios titulados "Memorial 68"; una galería de fotos inéditas por estudiantes del CUEC y el artículo "El movimiento estudiantil", de Jorge Ayala Blanco, del libro "La búsqueda del cine mexicano" (1968-1972). México, UNAM, 1974. Vale mucho la pena como un documento fílmico e histórico de toda esta época.

Con la consabida censura que con respecto a estos temas le dio el gobierno echeverrista de los años 70 al cine, sólo un director con las agallas del cineasta Felipe Cazals se pudo hacer en una película como "Canoa", de 1975, aproximarse a través de la ficción de un hecho real aparentemente distante de la Plaza de las Tres Culturas de 1968 puesto que narraba los antecedentes dle linchamiento en un municipio de Puebla de un grupo de estudiantes de la Universidad por parte de los habitantes de un pueblo movidos por el fanatismo que impulsaba un sacerdote agitador.

Así, en una especie de docuficción, Cazals nos empapó de los temores, las inquietudes, los miedos, las aspiraciones, de diversos sectores de un pueblo sometido tanto por las autoridades políticas como las religiosas dentro de un microcosmos que no era otra cosa que el malestar social generalizado que llevó a finales de los años 60 y a principios de los 70 en los detonadores de movimientos como el del 68 ó el 71 del jueves de Corpus en el Distrito Federal.

Dentro de la clandestinidad creativa que prosiguió durante los gobiernos de López Portillo y Miguel de la Madrid, en los albores de un aparentemente "alentador" gobierno en lo que al "renacimiento" del cine mexicano se refiere, fue que en 1988 el primer actor Héctor Bonilla apoyado en la producción por el prolífico cineasta Valentín Trujillo se rodeó desde un director de primer nivel como Jorge Fons hasta primeros actores y otros de gran potencial de una nueva generación para filmar "Rojo Amanecer", una ficción empapada de la realidad vivida aquel día por tantas familias de los edificios aledaños a la Plaza de las Tres Culturas y el muy posible desenlace de las vidas de la mayoría de ellos.

Con todo, a pesar de que "Rojo amanecer" tuvo una corrida comercial en 1990 con más apoyos que frenos debido a la política de "libertad creativa" que también propició el estreno 30 años después de enlatada de "la sombra del caudillo", del maestro Julio Bracho, la mayoría del resto de los filmes del salinato apoyaron las válidas propuestas de nuevos realizadores que si bien no buscaban politización en sus filmes buscaban variedad en sus propuestas como lo fueron la épica romántica de "Como agua para chocolate", de Alfonso Arau; la comedia "moral" y de muy buen amanufactura "Sólo con tu pareja", de Alfonso Cuarón; anticuarios de Guadalajara convertidos en vampíros en "Cronos", de Guillermo del Toro ó el feminismo intimista explorado por María Novaro en "Danzón", entre muchas otras más.

Con Zedillo el cine mexicano tocó fondo principalmente por falta de alientos económicos pero curiosamente con "el cambio" al panismo de Fox su falta de autoridad con el cine fue el mejor apoyo que pudo darle puesto que desde la entrada del nuevo milenio una audaz ópera prima como "Amores perros", de Alejandro González Iñárritu, le dio nuevos bríos a la alícaída industria a la que le siguió en particular una filme igualmente parteaguas para ese sexenio que curiosamente además de tener muchos ecos en la "Canoa" de Felipe Cazals tenía involucrados en su producción a dos creadores nacidos un dos de octubre que en conjunto realizaron un drama poco convencional del "coming of age" de dos adolsecentes cargado de erotismo pero también de referencias sociopolíticas y culturales que mantenían latente un explosivo listo para epxlotar en cualquier momento.

El filme en cuestión fue "Y tu mamá también", el regreso de Alfonso Cuarón a filmar a México y en español en el que en conjunción con su hermano Carlos (nacido el 2 de octubre de 1966 en la Ciudad de México) al tiempo que hacían un homenaje al "Canoa" de Cazals al seguir una estructura narrativa de la historia lineal que contaban dando saltos con "salpicadas" de la cruda realidad que rodeaba a sus protagonistas principales, pero a la vez dando un "segundo aire" a la filmografía de una actriz nacida el 2 de octubre de 1970 en Madrid, España, Maribel Verdú, reconocida la década anterior por importantes filmes españoles que van de la ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera de 1992, "Belle Epoque", de Fernando Trueba hasta su papel de la Duquesa de Alba en la biografía "Goya en Burdeos", de Carlos Saura, en 1999.

La rebelión imprimió Maribel Verdú a su papel de Luisa Cortés, la bella española que "conquista" a Julio Zapata (Gael García Bernal) y Tenoch Iturbide (Diego Luna) antes de que en la expansión de su libertad las pasiones compartidas los lleve a darse un beso entre ellos dos, no pasó desapercibida para otro de los cineastas pertenecientes a la generación del "nuevo cine mexicano" de los años 90, el tapatío Guillermo del Toro, quien no dudó en integrarla a su próximo proyecto, "El laberinto del fauno", deonde la Verdú imprimió a su Mercedes ese espíritu de libertad que alentó la creatividad de todos los cineastas activos alrededor del 2 de octubre de 1968 ... ó también a los nacidos alrededor de aquellos años en un día con fecha similar. Felicidades a todos ellos en donde quiera que estén.

"LAS COLINAS ESTAN VIVAS, CON EL SONIDO DE LA MUSICA"

Hoy iniciamos el mes de octubre con una celebración como pocas en un 1 de octubre puesto que hace 75 años con exactitud nació una actriz que sigue estando activa hoy día en el cine tanto de acción viva como de animación pero quien por varias décadas ha estado presente generación tras generación con una, dos, tres ó más de los clásicos principalmente musicales en los que ha participado en su filmografía.

Nació con el nombre de Julia Elizabeth Wells el 1 de octubre de 1935 en Inglaterra pero para los cinéfilos del mundo es conocida como Julie Andrews, la misma que en el año de 1964 ante la sorpresa de muchos le arrebató con la distinción que siempre la ha caracterizado el Oscar a la Mejor Actriz a otra presencia icónica femeina del cine, Audrey Hepburn, gracias a su desempeño en el clásico con el sello de Walt Disney "Mary Poppins" a pesar de que competía nada menos que contra la protagonista del musical que ganó el Oscar a la Mejor Película del año: "Mi bella dama" ("My fair lady").

Sin embargo, el aplomo de la Andrews no se quedó ahí, y para quienes todavía dudaban si su premio por el papel de la nodriza de unos caprichosos niños londinenses había sido merecido tan pronto como al año siguiente si bien no "dobleteó" su Oscar como Mejor Actriz (este lo obtuvo la también inglesa y "tocaya" Julie Christie por su papel en "Darling", del maestro John Schlesinger) fue ahora sí la protagonista de la ganadora a la Mejor Película de 1965 que si bien en inglés fue conocida bajo el título de "The sound of music", de otro maestrazo del género musical como Robert Wise, en el mundo en castellano conocimos desde entonces como otro clásico musical titulado "La novicia rebelde".

Ahí la Andrews brilló como la novicia del título que en los albores de la Segunda Guerra Mundial abandona el convento austriaco en el que vive para convertirse en otra nodriza, en su caso de los hijos de un oficial de la Marina británica viudo (Christopher Plummer) para enseñarles precisamente "el sonido de la música" a través de temas que se siguen coreando como "The sound of music", "Do re mi" y otras más.

Al año siguiente de 1966 Julie Andrews gozó de otro privilegio de pocas actrices de su generación: trabajar bajo las órdenes del "amo del suspenso", Sir Alfred Hitchock, en el thriller donde compartió créditos con otro ganador del Oscar como el desaparecido actor Paul Newman "La cortina rasgada".

Quizás para no propiciar aquella controversia que en todos lados se da de que en el medio del cine también se da aquello del "nepotismo" fue hasta justo una década después que únicamente con su voz cantando sin crédito en la cinta de la autoría de su marido, el realizador norteamericano Blake Edwards, "La pantera rosa ataca de nuevo", de 1976, no había coincidido en trabajar bajo sus órdenes, pero cerró esa misma década "con broche de oro" finalmente apareciendo a cuadro en la muy taquillera comedia "10: La mujer perfecta", de 1979, donde compartió créditos con el también desaparecido comediante Dudley Moore y "el gancho" de taquilla que fue la hoy desaparecida actriz Bo Derek.

Sin embargo, fue el mismo Edwards quien le dio muy merecidamente a la Andrews el protagónico de un inusual musical que a partir de su estreno en 1982 hizo historia puesto que bajo el título de "Víctor/Victoria" la señora Andrews no sólo obtuvo con justicia su tercera y última nominación al Oscar a la fecha como Mejor Actriz por su papel de una mujer que se hace pasar por hombre que a su vez se hace pasar por mujer en esta gran comedia musical que inclusive en nuestro país acaba de ser muy exitosa hace todavía un par de años protagonizada por nuestra primera actriz Daniela Romo.

Un segundo ó tercer aire en la carrera de Julie Andrews (por ya encontrarse en la tercera edad) se dio con el inicio del nuevo milenio al "amadrinar" a la reciente nominada al Oscar Anne Hathaway como actriz en la no menos exitosa "Los diarios de la princesa", de 2001, bajo la dirección del responsable de éxitos como "Mujer bonita", Garry Marshall, quien volvió a llamar a la señora Andrews para interpretar a la abuela de la princesa en la secuela del filme del 2004, año en el que Julie Andrews inició otra etapa en su carrera, ahora para darle la voz en su caso a la mamá de otra princesa, Fiona, de la saga de "Shrek" a partir de "Shrek 2, también del 2004, hasta el capítulo final de este año de 2010.

De entonces a ahora Julie Andrews ha participado en otras exitosas películas del género al darle voz a la narradora del éxito "Encantada", otra con el sello de Walt Disney, en 2007, para desembocar en este año tanto en presencia física como "la jefa" de Billy Crystal y The Rock en "Hada por accidente" ("Tooth fairy") ó la mamá del comediante Steve Carrell en la voz en inglés de la madre del villano del éxito veraniego "Mi villano favorito". Enhorabuena, bella señora, y que sigan los éxitos ya que gracias a usted, al menos en el cine musical, "las colinas están vivas, con el sonido de la música".