"PARA MI, HACER UNA PELICULA ES VIVIR"- ANTONIONI

Ayer celebrábamos con la conmemoración del natalicio de Marcello Mastroiani la impecable trayectoria de un actor que fue pulido por grandes realizadores de todo el mundo pero particularmente con un par de compatriotas suyos como los grandes maestros del celuloide universal Federico Fellini, Vittorio de Sica y Michelangelo Antonioni, entre muchos otros más.

Pues este 29 de sepetiembre resulta que es el aniversario del cumpleaños número 98 de este último, Michalengelo Antonioni, genial maestro de la estética y la semiótica audiovisual bajo cuyas órdenes Mastroiani estuvo en un clásico de la altura de "La noche", la lado de la actriz francesa Jeanne Moreau, como en el último largometraje del realizador que fuera "Más allá de las nubes", de 1995.

Antonioni nace el 29 de septiembre de 1912 en la población de Ferrara, Emilia-Romagna de Italia, en el seno de una familia de clase media pero tuvo oportunidad a su vez de "codearse" con cícrculos de la burguesía para posteriormente estudiar comercio y economía en Boloña al tiempo que pintaba y escribía críticas en un periódico de aquella localidad. Fue en 1939 a los 27 años de edad cuando viaja a Roma en donde mientras trabaja para el periódico "Cinema" estudia dirección en la Escuela de Cine.

Ese fue el preámbulo de una vasta carrera iniciada de manera oficial diez años después, en 1949, con su filme "Crónica de un amor" para a principios de los años 60 consolidarse como uno de los mejores cineastas del mundo a partir de una trilogía de películas iniciada en 1960 con "La aventura"; continuada en 1961 con "La noche" y cerrada "con broche de oro" en 1962 con "El eclipse".

Sin embargo, cuando el público no acababa de deslumbrarse de ese estilo particular de planos largos y actores que se ajustaban a los emplazamientos de tomas y movimientos de cámara en los que Antonioni desarrollaba todo un universo de mensajes como aquella de "El eclipse" de un encadenamiento literal en una relación tormentosa entre los personajes del actor Alain Delon y  la actriz "fetiche" del realizador, Monica Vitti, para representar la naturaleza materialista del personaje masculino, Antonioni se desplaza luego de su ya en color "Desierto rojo", de 1964, hasta la Gran Bretaña, donde realiza una de sus obras cumbres bajo el título de "Blow up", de 1966.

Y es que desde su secuencia inicial "Blow up" no sólo es el retrato de una época de convulsiones ideológicas sino artísticas, al ser pionero como Eisenstein en su tiempo de una innovación del lenguaje audiovisual en el que si bien la imagen nos podía decir una cosa el sonido nos podía decir otra, en un relato original nada menos del célebre  Julio Cortázar (su cuento "Las babas del diablo", nada menos y nada más) sobre un fotógrafo que cree haber retratado lo que parece ser un asesinato.

En los años 70 Antonioni siguió combinando las atmósferas de cambios sociales ahora en Estados Unidos como sucedió en "Zabriskie point", de 1970, ó de un estadounidense frustrado por la guerra interpretado por el primer actor Jack Nicholson en "El pasajero", de 1975, para en los años 80 "bajarle el ritmo" a la creación y más bien ser homeanjeado (ó copiado, según otros) por cineastas como Brian DePalma haciendo su respectiva variante de "Blow up" en "Blow out" (Estallido"), de 1981, en la cual en su caso es un sonidista de cine (John Travolta) quien al grabar sonidos para la edición de una película de terror en una noche parece grabar el estallido de un disparo que antecede un asesinato.

En los 90 como ya lo mencionamos Antonioni vuelve a hacer mancuerna con Marcello Mastroiani y Jeanne Moreau (su pareja de "la noche") en lo que pudiera ser uan especie de "8 1/2" suyo teniendo a otro primer actor como John Malkkovich como un director de cine viviendo una crisis existencial en un año, 1995, en el que como en otros casos también la Academia Norteamericana de Cine finalmente le concede un Oscar honorífico luego de haberle dado únicamente dos nominaciones a toda su carrera en 1966 como Mejor Director y Mejor Guión adaptado por "Blow up".

Con todo, "la cereza del pastel" en la carrera cinematográfica de Antonioni se da en 1995 precisamente cuando comienza a circular a nivel mundial su autobiografía que en 1994 sale al mercado en su natal Italia bajo el título de "Fare un film e per me vivere" ("Para mí, hacer una película es vivir"), del cual me apoyé para escribir este breve comentario como tributo a un señor que predicó con el ejemplo puesto que quienes seguimos su ejemplo y su vocación es precisamente toda una vida la que nos brinda cada una de las obras que nos legó. Múchísimas gracias por ello.

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