"Los pequeños Focker"

Este fin de semana además del estreno nacional de nuestra recomendación de “Los Próximos Tres Días”, de Paul Haggis, llega como con “Tron” otra esperada secuela.

Ésta se trata de la tercera entrega (y con el resultado final esperamos que sea la última) de una serie de películas del género de comedia iniciada justo hace una década con la muy simpática película “La Familia de mi Novia” y seguida de manera regular en 2004 con “La Familia de mi Esposo”.

Sin embargo, haciendo justo honor a su título, ahora sí exacto tanto en inglés como en español de “Los Pequeños Focker”, esta cinta dirigida por el irregular realizador de ascendencia mexicana Paul Weitz (su abuela es la actriz de origen oaxaqueño Lupita Tovar) es la menor de las tres películas en cuestión, ya que lo que inició con el hasta cierto punto natural recelo de un padre (Robert De Niro) ante el prometido de su hija (Ben Stiller), además enfermero y con un apellido muy particular en inglés, seguida por el encuentro con la no menos peculiar y extravagante familia de él para la boda de la pareja, termina siendo aquí de manera literal ¡un juego de niños!

“Los Pequeños Focker” inicia precisamente con los preparativos para la fiesta de cumpleaños de los gemelos de la pareja Focker, alrededor de los cuales el padre de la hoy mamá, Jack Byrnes (Robert De Niro), se encuentra en medio de la recopilación de información para el árbol genealógico de su familia; su yerno se ve involucrado en el asunto y el meollo es la promoción de un nuevo medicamento equivalente al viagra para los adultos mayores denominado Sustengo. En ese contexto es en el que Jack, en su afán por comprobar, después de sufrir un infarto, que cuando él falte su legado pueda ser continuado por el correcto “padrino” de sus descendientes, en este caso su yerno Greg Focker, que no sólo se ve expuesto a peligros serios por accidentalmente ser “conejillo de indias” del medicamento, sino a poner en peligro el venidero festejo familiar al ver el acoso de la sensual enfermera.

Con todos estos antecedentes, podemos entender el porqué a falta del involucramiento tras las cámaras del director inglés Jay Roach, como sucediera en las dos cintas anteriores,“Los Pequeños Focker” a lo más que llega es al nivel de “American Pie” (la primera cinta que Paul Weitz dirigió) con la mayor pena para primeros actores, no sólo como los ganadores del Oscar Barbra Streisand o Dustin Hoffman, sino Robert De Niro y Harvey Keitel, quienes aquí comparten un “duelo de actuaciones” que en nada se parece al que alguna vez hicieron dirigidos por Scorsese en “Calles Peligrosas” o “Taxi Driver”.

Comentarios: alfredogalindo@hotmail.com

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